FUENTE: Diario "La Diaria"
PENSAR ANTES DE DECIR
Convocan campaña de recolección de firmas para eliminar de la RAE la expresión “trabajar como un negro” “Cuando yo era pequeñito / me ponían a trabajar / como blanco chiquitito / dale, dale sin parar”, ironiza Ruben Rada en su canción infantil“Porfi Ru”. Rada es una de las figuras públicas que respaldan la campaña multimedia “Borremos el racismo del lenguaje”, lanzada ayer en la Casa de la Cultura Afrouruguaya (CCA). Están también, entre otros, Alicia Esquivel, Carlos Maggi, Déborah Rodríguez, Daniel Vidart, Fito Galli, Sebastián Abreu y Fata Delgado.
Mediante un audiovisual, solicitan a la Real Academia Española (RAE)“revisar la permanencia” de la expresión “trabajar como un negro” y se comprometen “a borrar toda expresión discriminatoria” de las plazas, canchas, escuelas y “sobre todo” de los hogares uruguayos. “Es una campaña que empuja, que no es prohibitiva. No dice basta de racismo y eso forma parte de la madurez de la sociedad uruguaya”, definió Martín Nierez, responsable de comunicación de la CCA. En el mismo sentido, el director del audiovisual, Felipe Pipe Stein, de la agencia Notable, valoró que posiblemente sea la campaña contra el racismo de“mayor difusión” de Uruguay. “No acusa. Si nos dedicábamos a acusar, perdíamos. Si terminamos con un ‘no al racismo’ estaría todo el mundo de acuerdo y eso no llama a ningún tipo de acción. No queremos decirle a la gente ‘tú sos acista’,queremos decirle ‘como tú no sos racista te convoco’, por la positiva”, señaló.
No es que la RAE sea racista, es que está recogiendo el uso popular de los términos. Éste es un concepto que ayer los impulsores de la movida intentaron transmitir al enfatizar que, además de que la RAE modifique su contenido, también es importante que los uruguayos cambien sus “prácticas y reproducción de pautas de relacionamiento discriminatorio”.
El presidente de la CCA y ministro interino de Industria, Energía y Minería, Edgardo Ortuño, señaló que la discriminación racial se reproduce en el relacionamiento cotidiano mediante el uso del lenguaje. “La sociedad no se asume como discriminadora, racista, por el contrario, se expresa en contra pero a diario reproducimos algunas expresiones conscientes, y muchos inconscientemente utilizan conceptos discriminatorios.
La discriminación tiene en toda la región, como fenómeno, fuertes raíces que se remontan del pasado esclavista y explotación de hombres sobre otros hombres y mujeres”, indicó.
Ortuño señaló que la campaña multimedia se enmarca en el desarrollo de la segunda fase del Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos. Una de las palabras que contiene el Diccionario del español del Uruguay, editado en 2011 por la Academia Nacional de Letras, es “negrada”, que en su segunda acepción se define como “Grupo de personas de estrato social bajo”. A su vez, “negraje” y“negrerío” remiten a “negrada” y el significado de “negrear”, similar al de la RAE, es “explotar a un trabajador”. “Uhhh... Tendremos que trabajar en eso también”, señaló Ortuño a la diaria al ser consultado por los contenidos del diccionario de “uruguayeces”, como se lo conoce popularmente.
Que en 2011 Luis Suárez haya llamado “negro” al francés Patrice Evra o que en 2007 Ignacio de Posadas haya calificado como “especie de merienda de negros”al proyecto de reforma de educación del gobierno generaron debates públicos acalorados sobre el racismo. A excepción de algunos trabajos puntuales, en Uruguay no existen líneas de investigación académica en torno al lenguaje y el racismo.
“No es extraño”, comenzó diciendo a la diaria el antropólogo Aurelio Gómez, especializado en adolescencia, juventud, violencia y educación. “Cuando los alumnos preguntaban sobre especialistas en racismo, mis compañeros de Antropología les decían: ‘Hable con Aurelio’, porque soy negro. Es que es un tema que no se pensaba. Siempre hubo otros más urgentes”, agregó.
“A mí, como negro, el diccionario me recoge como ‘trabajando como un negro’.Pero eso tiene un origen histórico porque los negros eran esclavos, eran herramienta, por eso pasamos de ser sujetos a objetos”, reconstruye. “Yo firmaría la petición. Si me apurás tiendo a apoyar aquello que busca abolir el racismo y la discriminación, pero las cosas hay que pensarlas. Una persona por ser miembro de una cultura va aprendiendo cosas y repite ciertos epítetos racistas. Y por eso no se transforma en racista. No va a sonar bien, pero muchas de las personas que son terriblemente racistas no dicen estas frases. Es difícil saltar la barrera y visualizar los límites. Las personas, cuando usan las expresiones, no lo ven como algo negativo hasta que se conceptualiza. ¿Están pensando lo que están diciendo? Hay que repensar la broma, busquemos bromear de otra manera”, reflexionó Gómez.